La falta de mano de obra cualificada repercute negativamente en la actividad de las empresas de construcción de Balears desde hace dos años, ya que no pueden acometer obras de reforma, rehabilitación y proyectos de nuevas viviendas por este motivo, según indica la Asociación de Construcción de Balears.
Esta situación preocupa a este sector que salió de la recesión técnica a principios de 2015, pero que en los años de la crisis económica (2007-2014) perdió cerca del 50 % de los trabajadores, al pasar de 70.000 que tenía contabilizados a finales de 2007 a los 35.000 censados en 2013, según señala la gerente de la Asociación de Constructores de Balears, Sandra Verger.
«En diez años no se ha incorporado gente nueva al sector y en esta década se ha producido la jubilación de trabajadores cualificados y especializados en todas las ramas cuyos puestos han quedado vacantes. En su momento, se pudo salir del paso con la contratación de mano de obra extranjera y de brigadas de trabajadores provenientes de la Península. En estos momentos esto no se produce, de ahí que la escasez de mano de obra está encareciendo el coste de la construcción al no poder satisfacer toda la demanda», apunta la gerente de la patronal.
Promotores
Esta coyuntura adversa también afecta a los promotores inmobiliarios, según señala el presidente de Proinba, Lluís Martí, «porque estos problemas técnicos inciden directamente en todas las promociones inmobiliarias por el retraso en el inicio de las obras, circunstancia que afecta a todo el negocio y planificación de las empresas de construcción y promoción».
Un factor que afecta de forma negativa en este proceso es el coste insular. Sandra Verger y Lluís Martí coinciden en señalar en que la mano de obra cualificada proveniente de la Península tiene un extracoste del 20 % por el hecho insular.
«Estos costes luego se tienen que extrapolar al precio de construcción y promoción inmobiliaria, lo que deja fuera de mercado la comercialización posterior de las promociones por su encarecimiento», indican constructores y promotores.
Otro factor que incide de forma negativa en esta coyuntura adversa es la desaparición progresiva de empresas de construcción en los últimos diez años en las Islas, más de 300. «Esta destrucción del tejido empresarial también se ha extrapolado a la mano de obra. La caída de la oferta empresarial no se ha recuperado, de ahí el desembarco a las Islas de empresas de construcción de la Península para cubrir la demanda de construcción en Balears, lo cual ha incidido también en el encarecimiento del precio final», indican desde la Asociación de Constructores de Balears.
La Fundación Laboral de la Construcción no puede cubrir la demanda de mano de obra cualificada pese a los cursos de formación que realiza de forma periódica, ya que se necesitan más trabajadores cualificados.