Matas absuelto por una vez. En su séptima visita al banquillo de los acusados, el expresident del Govern, consigue esquivar una condena de cinco años de prisión por el ‘caso Turisme Jove' después de que las acusaciones se quedaran en el juicio como única prueba con la opinión de un ‘arrepentido'.
El tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia asume que, aunque las tesis de la Fiscalía y del Govern pueden ser «factibles», también lo son otras posibilidades. La sentencia da por probado lo que no discutía la defensa de Matas: en el año 2005, el consorcio público Turisme Jove pagó 108.000 euros a un exconcejal del PP de Calvià, Carlos García Oeo, para compensarle por un contrato que había perdido con la administración. La cuestión que queda en el aire tras el juicio y la sentencia es quién dio la orden para que hiciera ese pago. La Fiscalía apuntaba a Matas en base a la declaración que hizo el exdirector general, Juan Francisco Gálvez, unos días antes del juicio de la primera parte del ‘caso Turisme Jove', en el que aceptó una pena de tres años de prisión.
En el juicio, celebrado hace diez días, Gálvez limitó a decir que opinaba que la orden vino de Matas. Sin embargo, la Audiencia considera que hay otras alternativas, «con igual o semejante grado de probabilidad». Una es que la orden la diera la entonces vicepresidenta, Rosa Estaràs. La otra, que Matas desconociera que iba a ser un pago irregular. La sentencia señala que no hay pruebas que avalen esa percepción que tenía Gálvez. El resto de testigos desmintieron directamente la versión de éste sobre una paella del PP de Calvià en la que dijo que vio a Matas hablar con García Oeo.
Los magistrados también recuerdan que la declaración de Gálvez debe ser valorada con cautela puesto que ya fue condenado por esos hechos y obtuvo una rebaja importante de su condena tras un pacto con el fiscal: de doce años pasó a asumir una pena de tres. La sentencia puede ser recurrida, aunque es algo improbable.