El Consell de Govern aprueba en su reunión de este jueves los primeros presupuestos con recortes de los últimos ocho años. En apariencia son una cifra de récord, rondarán los 6.000 millones de euros, pero la realidad es que a esa cantidad habrá que restar los 1.500 millones que llegan a las cuentas del Govern gracias a préstamos con los bancos pero que se destinarán de forma íntegra a pagar amortizaciones de deudas con los bancos.
A la espera de conocer la cifra definitiva, el techo de gasto será de 4.383 millones, 50 millones menos que este año. El Govern reconoce que se tendrán que hacer ajustes en algunos departamentos, pero libra de la bajada a las conselleries consideradas «sociales», es decir, Salut, Educació y Afers Socials, a la que se suma la de Habitatge.
La vivienda será uno de los asuntos que protagonicen el ejercicio presupuestario de 2020. Por un lado, el Govern deberá ajustarse el cinturón ya que se prevé un descenso en los ingresos de impuesto de transmisiones patrimoniales provocado por un descenso en la compraventa de pisos.
Pero la inversión vivienda tendrá también un papel clave ya que, pese al mencionado descenso, el Govern prevé hacer un enorme esfuerzo inversor con fondos de la ecotasa, básicamente en construcción. Se calcula que destinará a ello 27,5 millones de euros, y tampoco es descartable que esta cifra aumente con otros fondos del Ejecutivo autonómico.
En materia tributaria, no habrá grandes cambios: se mantiene la subida de la ecotasa y el descenso en el impuesto de transmisiones patrimoniales para la compra de inmuebles de menos de 200.000 habitantes.
El único cambio que ya ha avanzado la consellera de Hisenda, Rosario Sánchez, es que habrá un aumento del 1,5 por ciento del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados. De forma mayoritaria lo pagan los bancos en operaciones hipotecarias y ahora es del 1,2 por ciento. El Govern calcula unos ingresos adicionales de 23 millones de euros gracias a este aumento.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que, si todo presupuesto es una estimación, los del año que viene lo son más que nunca. La Conselleria d'Hisenda se ha encontrado con dificultades añadidas en la elaboración de las cuentas porque no hay Presupuestos Generales del Estado, lo que significa que no está aprobada la partida económica de lo que se enviará a las comunidades autónomas. Ello ha obligado al Govern a hacer una simple estimación con los ingresos procedentes del sistema de financiación.
Sánchez insiste en que el Govern prepara unos presupuestos «prudentes» ante la evidencia de que habrá menos ingresos. La caída ya se ha notado mucho este año y todos los estudios económicos consideran muy probable que Baleares incumpla el límite de déficit.