Los efectos de esta crisis originada por la alarma sanitaria por el coronavirus no serán iguales para todo el mundo. Miles de trabajadores de Baleares perderán su empleo, muchos de forma temporal, ya que la mayoría de empresas se han visto abocadas a presentar expedientes de regulación temporales de empleo (ERTE) por el cese de la actividad.
Sin embargo, los trabajadores afectados por un ERTE tienen garantizada su prestación por desempleo, algo que incluye a los trabajadores fijos discontinuos y a los que tenían un contrato temporal en el momento en que se presentó un ERTE. Pero cabe recordar que en las Islas existe un número muy elevado de personas que trabaja solo en verano con contratos temporales. La mayoría se firman a partir de mayo, cuando se intensifica la actividad de la temporada turística y una vez que ya se han incorporado todos los trabajadores fijos discontinuos.
En mayo del año pasado, en las Islas se firmaron cerca de 60.000 contratos temporales, la mayoría de los cuales tenían una vigencia de entre tres y seis meses, de modo que concluían una vez pasado el verano. En ocasiones, encadenaban varios contratos temporales.
Esta situación no se repetirá este año, por lo que miles de personas no conseguirán firmar ningún contrato a lo largo del 2020. Esto provocará que se queden sin ningún ingreso, puesto que es probable que ya hayan agotado su prestación por desempleo.
Esta cuestión preocupa especialmente a UGT. La secretaria de Acción Sindical y Comunicación del sindicato en Balears, Ana Landero, recordó su labor para que la crisis del coronavirus «no aumente aún más las desigualdades». «Estamos pidiendo al Gobierno central que no haya una fractura social entre trabajadores indefinidos en un ERTE, temporales o a los que se les acabe la prestación por desempleo», manifestó Landero, quien recordó que «todos necesitan ayudas, y los que viven de alquiler, más».
El sindicato siempre se ha mostrado muy crítico con la temporalidad del mercado laboral balear, incluso en tiempo de bonanza económica. Recordaron que en 2019, prácticamente 8 de cada 10 contratos que se formalizaron eran temporales.
Son conscientes que la situación es y será aún más complicada, especialmente en Balears. La economía de las Islas está marcada por la estacionalidad de la temporada turística, que ahora debería arrancar y está por completo paralizada. No remontará de un día para otro, lo que afectará al empleo.