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Coronavirus

El hallazgo de la UIB que puede ayudar en la búsqueda de la vacuna de la COVID-19

Los pulmones y vías respiratorias de los hurones son muy parecidos a los de los humanos, por lo que son ampliamente utilizados para estudiar enfermedades respiratorias. | Pixabay

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La Universitat de les Illes Balears (UIB) ha transferido a la corporación californiana Agilent Technologies, Inc. la licencia del chip de ADN de genoma completo del hurón o fura (Mustela putorios furo).

Con este acuerdo la multinacional norteamericana líder en equipos, servicios científicos y tecnológicos y la UIB ponen a disposición de los grupos de investigación de todo el mundo la tecnología que puede posibilitar la producción de vacunas contra virus animales y humanos, incluyendo el coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la Covid-19.

Esta tecnología ha sido desarrollada por el grupo de Nutrigenómica, que dirige el profesor Andreu Palou, y permite estudiar mecanismos bioquímicos relacionados con la infección por varios tipos de virus, tales como la efectividad de posibles vacunas para patologías respiratorias infecciosas o la respuesta a fármacos.

Los pulmones y vías respiratorias de los hurones son muy parecidos a los de los humanos, por lo que son ampliamente utilizados para estudiar enfermedades respiratorias, como la gripe, la fibrosis quística, el cáncer de pulmón y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS, por sus siglas en inglés). Los estudios con hurones permiten ganar tiempo en el desarrollo de vacunas, ya que su similitud con humanos hace que se puedan utilizar directamente y, por tanto, ahorrar tiempo al evitar la necesidad de manipulación previa y adaptación, que sí requieren otros modelos animales.

La comunidad científica considera que las investigaciones hechas con hurones son el modelo animal más adecuado para estudiar patologías respiratorias humanas.

La utilización del chip por parte del equipo del doctor Palou con otros objetivos ya ha sido publicada en revistas científicas de prestigio los últimos dos años, y en 2019 el uso del chip ya se licenció puntualmente a un grupo de investigación del National Institute of Allergy and Infectious Diseases (Estados Unidos) para estudiar vacunas para combatir la gripe.

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