La Federación de Empresarios de Ocio Nocturno (España de Noche), junto con el Instituto de la Calidad Turística Española (ICTE), ha elaborado una Guía de Medidas de Reducción de Riesgos contra la COVID-19 en el ocio nocturno para garantizar al máximo la seguridad y la protección de la salud de trabajadores y clientes. La Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento (Abone), que preside Jesús Sánchez, afirma que «estamos preparados para reiniciar la actividad el 8 de junio con todos los requisitos sanitarios y de seguridad».
Sánchez critica las declaraciones de la presidenta del Govern, Francina Armengol, en el sentido de que en su petición de adelantar a Mallorca «dejó claro que el ocio nocturno quedaba al margen, lo que demuestra un claro desconocimiento de cómo funciona nuestro sector. Cumplimos a rajatabla la normativa y estamos preparados para volver con los protocolos de prevención sanitaria con motivo del coronavirus».
La presentación de la Guía de Medidas de Reducción de Riesgos contra el coronavirus, según la patronal, «debe contribuir a transmitir un mensaje de seguridad y de capacidad para recuperar la actividad en los locales de ocio con todas las garantías aplicando los protocolos de actuación y poniendo en marcha las medidas de prevención para proteger al público y a las trabajadoras contando con su sentido de la responsabilidad».
Paralelamente a la difusión de la guía, España de Noche realizará diferentes pruebas piloto y ensayos en entornos reales que permitan evaluar la implantación de los protocolos y medidas preventivas antes de su generalización cuando se produzca la reapertura de los locales en la fase 3 de la desescalada.
Nueva normalidad
Con respecto a las ventajas del sector recreativo a la hora de adaptarse a la nueva normalidad, el presidente de Abone resalta que el sector ha mostrado «con creces» su capacidad de adaptación a los retos «como ya se demostró» con la entrada en vigor de la prohibición del tabaco.
La guía de medidas propone la utilización de terrazas en los locales de ocio como herramienta de apoyo y control de los flujos de público al interior de los establecimientos. Se regula el funcionamiento de las colas, la señalizaciones de distanciamiento, el uso de las barras y los medios de pago adaptados, entre otras cuestiones de prevención. Entre ellas llama la atención el protocolo que se adoptará en las pistas de baile: mascarillas y distancia.