El mercado inmobiliario de lujo apenas ha notado los efectos de la pandemia, que sí ha incidido en el conjunto del sector. Baleares encadena cinco meses de caídas en la compraventa de viviendas. En julio el descenso fue del 43 %, el segundo mayor de España solo por detrás de Canarias, y muy por encima de la media estatal (-32,4 %), según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística. Por contra, el interés por adquirir villas de alto standing se ha duplicado respecto a un año antes en algunos puntos de Mallorca, según la inmobiliaria Engel&Völkers.
Según informó este lunes la compañía, que se dedica a la venta de inmuebles de lujo, entre enero y julio de este año ha alcanzado un volumen de transacciones de 217 millones de euros, de los que casi una cuarta parte se ha intermediado solo en el mes de julio, una vez que se reabrieron las fronteras. Alemanes, austríacos y suizos son los principales clientes, seguidos de británicos y franceses. Asimismo, han registrado un creciente interés por parte de escandinavos y norteamericanos.
Hans Lenz, directivo de la inmobiliaria en la Isla y presidente de la Asociación Balear Inmobiliaria Nacional e Internacional (ABINI), recordó que las compras por parte de ciudadanos europeos en las Islas se han mantenido estables en el segundo trimestre del año según las últimas estadísticas publicadas por los Registradores de la propiedad. En su opinión, este «voto de confianza por parte de compradores internacionales asegura 100.000 puestos de trabajo en el sector constructor, inmobiliario y de servicios auxiliares en la Isla».
Esta tendencia contrasta con la del mercado inmobiliario en términos generales. Desde marzo, cuando se decreto el estado de alarma, no se ha superado el millar de compraventas mensuales en Balears. En julio se contabilizaron 726 transacciones de viviendas, por encima de las contabilizadas en los dos meses anteriores, aunque se trata de las cifras más bajas desde el año 2014.
La parálisis de casi todas las actividades excepto las esenciales y el confinamiento supusieron un parón para el sector inmobiliario, que aún no se ha recuperado. Además, los expertos no confían en alcanzar las cifras previas a la pandemia a corto plazo en las Islas, donde un 30 % de trabajadores se ha visto afectado por expedientes de regulación temporales de empleo y el paro se ha duplicado en los meses de verano.
Sin embargo, el sector del lujo no entiende de crisis, y menos aún si se trata de inversores europeos. Mallorca sigue en el punto de mira de los potenciales compradores internaciones, ahora más interesados en viviendas amplias. Prueba de ello es que Engel&Völkers ha registrado un aumento de operaciones de más de 10 millones de euros realizadas en el suroeste de la Isla, así como un incremento de compradores alemanes, británicos y escandinavos en inmuebles con precios entre dos y ocho millones en la urbanización de Son Vida y los alrededores de Palma.