Una de cada cinco de las pequeñas y medianas empresas de Baleares, así como autónomos, se plantea cerrar durante 2021, lo que implica que el 18,7 por ciento de los negocios del archipiélago podrían desaparecer durante los próximos meses, según los datos presentados este viernes por la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (Pimem).
Una encuesta realizada a unas 600 personas de Baleares muestra que, en una escala del uno al cinco, siendo el uno la nota más baja, los empresarios y autónomos del archipiélago consideran que la situación económica actual es «muy mala» o «mala», por lo que la media de esta variable se sitúa en una puntuación del 1,9.
En este sentido, el 21 por ciento de los entrevistados asegura que presentará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a los trabajadores que tenían un Expediente Temporal de Regulación de Ocupación (ERTE), lo que supone la extinción del contrato laboral, frente a otro 79 por ciento que asegura que incorporará a sus trabajadores una vez finalizado el ERTE.
En cuanto a los principales problemas a los que se enfrentan estos negocios, en una pregunta con respuesta múltiple, el 66 por ciento dice que la principal dificultad es la caída de ventas; el 35 por ciento, el pago de los impuestos y la cotización social; el 25 por ciento, el cobro de las facturas y la morosidad, y el 19 por ciento, el paso de los alquileres.
Además, un 18 por ciento de estos empresarios asegura que su mayor problema es el exceso de plantilla, un dato que ha destacado el presidente de Pimem, Jordi Mora, pues es una variable «que no había salido hasta ahora». Otro 17 por ciento lamenta la dificultad de hacer frente a las cuotas recurrentes y otro 15 por ciento ni puede pagar los costes de suministro de luz, agua y gas.
Por otra parte, el 70 por ciento de estas empresas y autónomos anticipan problemas financieros para el año que viene, una cifra que Mora ha lamentado porque los negocios de mayor dimensión, que son aquellos que tienen entre uno y nueve empleados, «tienen más dificultad para acceder a ayudas de financiación».
«Esperaban más prestaciones de concursos de acreedores que no se han producido», ha lamentado el presidente de Pimem, quien también ha indicado que el 44 por ciento de los entrevistados tiene previsto acogerse a la ampliación de tres años de los préstamos con aval público que se han concedido para hacer frente a las consecuencias económicas del coronavirus.
El presidente de la Asociación de Pequeños Hoteles de Pimem, Juan Manuel Ordinas, ha precisado que la facturación del sector hotelero de Baleares ha caído un 85 por ciento durante la pasada temporada. En concreto, la ocupación bajó un 70 por ciento en julio, un 67 por ciento en agosto y un 80 por ciento en octubre.
En este sentido, Ordinas ha lamentado que, debido a la crisis sanitaria, el sector hotelero no pudo arrancar su temporada hasta julio y ha anotado que, con el 15 por ciento restante de la facturación, estos empresarios han tenido que hacer frente a los gastos derivados de la crisis económica. «Se han visto obligados a endeudarse para subsistir», ha añadido.
«La crisis de este sector comenzó en octubre de 2019, cuando cerraron los hoteles y se hicieron las inversiones necesarias de cara a 2020, pero no pudimos arrancar», ha manifestado Ordinas, quien ha recordado que los últimos ingresos de muchos hoteleros se registraron en 2019, hecho por el cual, cuando empezó el coronavirus, ellos ya llevaban seis meses en crisis.
Por otra parte, ha explicado que muchos hoteleros «se han visto obligados a vender sus 'camas' a un precio mucho más económico» y ha apuntado que, para subsistir, muchos se plantean vender sus activos, ante lo que ha asegurado que «un endeudamiento nunca será la opción». Para este presidente, la remontada durante la temporada que viene «pasa por subir los precios».
En esta misma línea, el presidente de la Agrupación Empresarial de Alquiler de Vehículos de Baleares (Aevab), Remón Reus, ha remarcado que los 'rent a car' han facturado solo un 20 por ciento durante los dos meses de verano y ha subrayado la importancia de tener en cuenta que el sector está en crisis desde el cierre de la pasada temporada.
La presidenta de la Asociación de Restauración de Pimem, Eugenia Cusí, ha lamentado que el 24 por ciento de los negocios de restauración de Baleares han cerrado durante noviembre debido a las restricciones sanitarias y ha afirmado que el 70 por ciento de las empresas del sector han facturado menos del 30 por ciento de los ingresos de 2019.
También ha ratificado que los establecimientos que están abiertos mantienen un promedio del 50 por ciento de su capacidad, mientras que sus plantillas han bajado un 40 por ciento. Además, el 12 por ciento se plantean liquidar o cerrar su empresa, de los cuales un 15 por ciento ya no pudieron abrir durante la temporada alta y otro 17 por ciento prevé cerrar por el coronavirus.
Por su parte, la gerente de Asociación de Empresas de Apartamentos Turísticos (Aptur), Maria Gibert, ha indicado que la ocupación de este sector «ha ido a la baja, hasta llegar a cero» y ha precisado que la ocupación bajó en torno al 60 por ciento durante julio, cifra que volvió a disminuir hasta el 75 por ciento en agosto.
«La reapertura después del confinamiento hizo que los empresarios tuvieran unas previsiones de ocupación bastante buenas, pero las obligaciones de cuarentena de los países emisores hicieron que dejásemos de ser un destino seguro», ha anotado Gibert, quien asegura que al sector le queda «un mes de mala vida».
Asimismo, ha señalado que hay varios ayuntamientos, como el de Santa Margalida y el de Alcúdia, que están intentando aplicar una rebaja del 30 por ciento en los impuestos municipales, además de otros que están trabajando para publicar una subvención directa. «La propia idiosincrasia del sector ha hecho que no hayamos sido beneficiarios», ha dicho Gibert.