El coordinador autonómico de salud mental, Oriol Lafau, compareció ayer en público para explicar que la situación de enfado, angustia y tristeza generalizada de la población «es lo normal», en un momento de pandemia como el actual y aseguró que, para soportarlos, «necesitamos un entorno y una sociedad que nos ayude a pasar por ese proceso».
Son declaraciones hechas tres días antes de la segunda manifestación convocada en Palma por colectivos afectados por el cierre de sus establecimientos y con un mensaje que iba dirigido «sobre todo a ellos», a «la gente que sufre», con la que aseguró que «empatizo por ser una situación compleja».
Lafau reconoció que a la población en general «le cuesta entender las reglas del juego» de un momento «inusitado» porque, explicó que, cuando da la sensación de que está todo controlado, «se vuelve a perder el timón y se va a la deriva».
Según el experto en salud mental, lo único cierto de este momento es la incertidumbre y aunque la primera reacción a esto «es la tristeza», reconoció que «después buscamos culpables en los demás y ésta es la situación actual», dijo. El psiquiatra pidió no canalizar la rabia porque «¿en qué nos ayuda esto?», y aseguró que es momento de «ir todos a una y ayudarnos mutuamente» como la única forma «de salir de esto». En este sentido, Lafau exigió responsabilidad y solidaridad a toda la población a quien recomendó «vivir el día a día» como el único antídoto.
Respecto a las manifestaciones o concentraciones como una fórmula de expresar el descontento, el doctor Lafau dijo que «son totalmente entendibles y estoy a favor» pero también recordó que «hay muchas formas de hacerlo, algunas más potentes que las aglomeraciones sin control porque son muy peligrosas, por ejemplo en redes sociales donde se guarda la distancia de seguridad y puede tener más impacto», recomendó.
Por colectivos
A pesar de mostrar un camino común a seguir, el coordinador de salud mental del Govern aseguró que en cada colectivo predominan unas sensaciones. «Entre los profesionales sanitarios hay decepción por el comportamiento de la sociedad, ellos deben mirar al que tienen al lado y trabajar de forma conjunta», recomendó.
Entre los niños pequeños domina la sensación de miedo y, según el experto, entre los más mayores al miedo le acompaña la tristeza. «Esto no es café para todos», advirtió, «hay que animar dentro de cada emoción predominante».