La consellera de Salud y Consumo, Patricia Gómez, ha informado este miércoles de que ha pedido una revisión a nivel nacional de las medidas de desescalada para «poder mantener una incidencia baja» de casos de COVID-19.
En rueda de prensa tras asistir al Consejo Interterritorial de Salud, la consellera ha valorado las medidas restrictivas para frenar la subida de contagios, pero ha insistido en que «a la hora de bajar los casos, no son homogéneas en toda España». «Lo que pasa en otras comunidades también nos afecta», ha asegurado.
Por su parte, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha pedido a las Comunidades Autónomas que mantengan las restricciones y actúen de forma prudente durante la desescalada de esta tercera ola. «Es absolutamente necesario hacer una desescalada muy prudente. Sabemos lo que ya nos ha pasado en otras olas, tenemos que aprender», ha asegurado la ministra. «Cuando relajamos las medidas es muy fácil que volvamos a subirnos en otra ola y es muy difícil bajar. Una llamada a la responsabilidad», ha dicho.
Gómez ha explicado que Baleares tiene en la actualidad una incidencia acumulada en los últimos 7 días de 60 casos por 100.000 habitantes, que considera «un buen dato» y en los últimos 14 días de 157 por 100.000 habitantes. También ha asegurado que «si la cosa continuara así», la semana que viene se podría alcanzar una IA14 de 120, dato que no se tenía en Baleares desde octubre, pero ha insistido en que «en los grandes municipios como Palma, Inca y Manacor, se está frenando la bajada y hay que continuar con muchísima prudencia y concentrados en las medidas de desescalada».
Aun así, las restricciones de Mallorca se igualan a las de autonomías con los contagios disparados. Baleares es el segundo con menor incidencia de COVID tras Canarias, pero ante la posibilidad de una cuarta ola que podría llegar como consecuencia de mutaciones y cepas diferentes del virus, el Govern mantiene en la Isla unas restricciones similares o más duras que en otras comunidades con un índice más alto de transmisión.
El caso más claro es Madrid, que lidera la incidencia estatal con 529 casos por 100.000 habitantes a 14 días. Los aforos en el interior de la hostelería son del 50 % y se amplía al 75 % en las terrazas con un máximo de seis personas por mesa. Además, en la capital no se pueden recibir visitas a domicilios más allá de cuidados a terceras personas.