La presidenta de PIMEM-Restauració, Eugènia Cusí y el presidente de la Asociación de Restauración Mallorca (Arema), Jaume Colombás, han lanzado este lunes un ultimátum al Govern para que a partir del día 26 de abril se puedan abrir los interiores de bares, cafeterías y restaurantes, tal y como lo hacen ahora los establecimientos hoteleros bajo la autorización del Ejecutivo autonómico.
Colombás afirmó, tras poner de manifiesto la actitud de los políticos: «Estamos hasta los huevos y exigimos que se abran los interiores por razones humanitarias, porque trabajamos el 10 % y tenemos que pagar el 100 por cien de los impuestos».
Cusí denunció que nuestro sector «está destrozado, porque la restauración mallorquina ha entrado en el quinceavo mes de actividad testimonial, habiendo perdido en estos meses casi el 80 % de facturación, más del 30 % de los puestos de trabajo y en torno a un 40 % de negocios». Añadió que «la mayoría de los que se seguimos abiertos estamos trabajando asumiendo pérdidas y perjudicando, por el efecto dominó, a toda la cadena de valor que sustenta nuestra actividad».
PIMEM-Restauración y Arema señalan que «trabajando ahora un mes bajo las condiciones limitadímismas que nos imponen, facturamos lo mismo que en cuatro días de 2019. Necesitamos 30 días para vender lo que se hacía en cuatro días antes de la pandemia».
Las patronales afirman que «nos sentimos abandonados por el Govern, ya que a pesar de declarar que saben de las dificultades, valoran el esfuerzo y los sacrificios que miles de autónomos, microempresas y pymes del sector, lo cierto es que no están haciendo nada para aportar algo de utilidad al sector».
Cusí mostró su enfado y la queja de todo el sector de restauración al señalar que «no tiene ningún sentido la discriminación que sufre la restauración frente a los hoteles, que sí pueden abrir sus interiores, al impedir realizar exactamente la misma actividad exactamente en el mismo espacio».
Tanto Cusí como Colombás comentaron que, por este motivo, está convocada para este jueves, frente al Ajuntament de Palma, una concentración para poner manifiesto la repulsa de empresas y trabajadores a las restricciones que impone el Govern al sector. Sin embargo, PIMEM Restauración y Arema no la secundan «porque será peligrosa al estar la gente muy cabreada. Es más, no se gestiona la rabia de la gente», puntualizaron.