Algunos de los policías locales de Palma que la semana pasada participaron en la supuesta fiesta ilegal que se celebró de noche en el cuartel de San Fernando, fuera del horario del toque de queda, negaron este miércoles que se tratara «de una fiesta» y aseguraron que «fue solo una despedida a un compañero que se jubilaba y todo fue legal. Se mantuvo la distancia de seguridad y la gente entraba y salía del bar, no estábamos todos juntos».
Los agentes sostienen que han sufrido un acoso mediático y de «algún compañero que nos quería hacer daño y denunció cosas que no ocurrieron». Además, lamentan que el incidente haya dañado la imagen de la Policía Local de Palma: «Ya lo pasamos muy mal por todos los desastres que ocurrieron con el juez Penalva y el fiscal Subirán. Solo queremos un poco de tranquilidad en el cuartel».
Por su parte, la regidora de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Palma, Juana Maria Adrover, ha asegurado que, en estos momentos, la investigación puesta en marcha «no ha podido constatar que haya habido ninguna fiesta» dentro de las instalaciones del cuartel de Sant Ferran.
Así lo ha indicado Adrover este jueves, en declaraciones a los medios, sobre la supuesta fiesta ilegal realizada en este cuartel de la Policía Local de Palma.