Caos, aglomeraciones y retrasos. Esto es lo que han denunciado los pasajeros de un ferry de la naviera GNV que tenía haber partido de Palma a las 11.30 y que no lo ha hecho hasta pasadas las 14 horas de este miércoles.
Hasta 800 pasajeros con destino Ibiza, Barcelona y Valencia se han visto afectados y han tenido que ser reubicados en el GNV Sea Land. Aseguran algunos de los viajeros que llevaban horas a bordo del buque, sin noticias de la situación y sin que se cumplieran las medidas COVID. En el caso de los viajeros con destino a Ibiza, el retraso era todavía mayor, ya que su viaje tenía que haber comenzado a las 8.
El motivo del retraso se ha debido a que el ferry de la naviera que hacía la ruta Barcelona-Palma-Ibiza, el GNV Bridge, no pudo salir del puerto de Barcelona esta madrugada porque tres tripulantes dieron positivo en la prueba COVID. Esto ha afectado a todos los trayectos previstos para este miércoles.
Cansados de la espera, algunos pasajeros, afectados por los retrasos y la falta de información, decidieron denunciar el hacinamiento ante Capitanía marítima. Se personaron a bordo del GNV Sea land varios técnicos que comprobaron que el aforo no se había superado.
Finalmente, el ferry salió del puerto de Palma pasadas las 14.00 horas de este miércoles con destino a Ibiza y Barcelona, mientras que los pasajeros con destino a Valencia han sido reubicados en una buque de la compañía Balearia.
Los pasajeros que viajan a Barcelona llegarán de madrugada a su destino, con más de siete horas de retraso y sin alojamiento previsto en muchos de los casos.