«La Atención Primaria está moribunda». Este es el SOS que lanza Carmen Fernández, delegada sindical de Simebal y médico de Atención Primaria.
Fernández precisa que «la Atención Primaria lleva años al límite», pero destaca que con la pandemia de la COVID-19 ha pasado a estar «moribunda». En este sentido, ha argumentado que este verano falta un tercio de la plantilla, ya que no se cubren las bajas del personal que se encuentra de vacaciones.
Si la presión asistencial siempre ha sido muy elevada en verano, este año lo es aún más debido al coronavirus, ya que se han tenido que abrir consultas específicas y destinar personal para poder atender a los contagiados. «Tenemos una consulta COVID a la que hemos tenido que desplazar a personal que antes atendía a pacientes con patologías comunes», lamenta. Actualmente, Atención Primaria atiende a ? personas con coronavirus.
Todo esto ha motivado un incremento de la carga de trabajo del personal sanitario, que puede llegar a ver el doble de pacientes de los recomendado para prestar un buen servicio. La delegada sindical de Simebal cuenta que hay días que arranca con 30 pacientes, entre presenciales y llamadas telefónicas, a los que se van sumando las urgencias que llegan a lo largo del día o los derivados de otros médicos de baja laboral, de vacaciones o de permiso a los que les han puesto visitas. Por tanto, hay jornadas que pueden llegar a atender a 30-40 personas, mientras que lo recomendado son 20-24. Además, lamenta que estas cifras no están reconocidas por el IB-Salut, ya que no suman las de la doble agenda que tienen como consecuencia de la COVID-19.
Por tanto, aunque el número de personas contagiadas que reciben Atención Primaria ha descendido, la presión asistencial sigue siendo muy elevada.
Todo esto está provocando mucha frustración entre los profesionales sanitarios; muchos de ellos confiesan que trabajan para poder vivir, pero no están satisfechos con su actuación porque no pueden dar un buen servicio a los pacientes. «Trabajamos para poder vivir, pero esto es insufrible», reconoce Fernández.
Preguntada por si han trasladado esta problemática al IB-Salut, responde que sí pero lamenta que no han obtenido una solución. «No nos dan respuesta, nos dicen que no hay medios». Sin embargo, ella está convencida de que no es así y sostiene que sí se pueden tomar medidas para aligerar la carga de trabajo.
La respuesta del IB-Salut
El IB-Salut ha respondido a las críticas de Simebal que «la Atención Primaria ha sido clave en la gestión de la pandemia COVID-19, respondiendo a las necesidades asistenciales y adaptándose a los diferentes escenarios surgidos en cada una de las olas de la pandemia, cuya atención ha recaído fundamentalmente en la Atención Primaria, más del 90 % de los casos confirmados hacen seguimiento y tratamiento en domicilio y ámbito de la Atención Primaria».
Además, ha precisado que «se ha mantenido la actividad asistencial propia, con seguimiento a pacientes crónicos y atención a la patología urgente, así como recuperación progresiva de la cartera de servicios en centros de salud y UBS. Por otra parte, se realiza la actividad de vacunación tanto en centros de salud como en centros de macro vacunación, actividad inherente a la Atención Primaria».
Añade que «se han adaptado las agendas, incorporando nuevas maneras de atención más acordes a las necesidades actuales y facilitando la accesibilidad, como son las consultas telefónicas y tele-consulta, tanto con pacientes como entre profesionales. Hay que decir también que desde mayo 2021 ya predomina la asistencia presencial en los centros de salud, sin renunciar a las medidas de seguridad y circuitos COVID que siguen siendo necesarios».
El IB-Salut ha asegurado que «para todo ello se han incrementado los recursos humanos en todos los estamentos, destacando la contratación de enfermería y técnicos auxiliares en enfermería (TCAI), y reforzando admisiones e introduciendo auxiliares de servicio que ayudan en las tareas de gestión de las personas en los centros de salud, manteniendo las medidas de seguridad y distribución de pacientes por el centro de manera adecuada».
Además, ha destacado que «para la época estival se ha contado con refuerzos para las zonas costeras y para los puntos de atención continuada y Servicios de urgencias (SUAP)».
Sí reconoce que «se han mantenido las vacaciones y permisos habituales, facilitando con ello el merecido descanso de las plantillas habituales».
También admite que hay demoras en la atención que se presta a los ciudadanos, pero puntualiza que «se mantienen igual que en otros momentos, están en un promedio de cinco días para cita presencial o telefónica. También hay que tener en cuenta que si un facultativo se va de vacaciones, el paciente tiene la opción de ser visitado por otro, aunque en muchas ocasiones el paciente prefiere esperar (si no es urgente) para ver a su médico de cabecera, con el que tiene una relación de confianza. En tal caso, la demora puede aumentar, porque el paciente no quiere ser visitado por otro sanitario, sino que prefiere esperar a que vuelva su médico».
En definitiva, el IB-Salut ha considerado que la Atención Primaria de las Islas «sigue ofreciendo un rendimiento adecuado y de calidad».