El conseller d'Educació, Martí March, dijo ayer que no «es voluntad de este Govern hacer de la religión una clave del sistema educativo» y que, personalmente, «soy partidario de abrir un gran debate estatal sobre el papel de la religión en la escuela».
Precisó –en respuesta a una interpelación de Vox en el pleno– que no estaba diciendo que hubiera que sacar la religión de los colegios, pero sí de la manera en que se aplica ahora, mediante convenios con los obispados, en el caso de la religión católica, y con la comisión islámica, que es en la que se centraba la interpelación de Jorge Campos.
March aseguró que aunque suponía los intereses que llevaban al parlamentario a llevar esta cuestión al pleno, iba a responderles a todas sus preguntas. Lo primero que hizo fue señalar que «Balears no es una república independiente» en la enseñanza de la religión y que «lo que hacemos aquí se basa en la ley estatal», que ve oportuno modificar.
Historia de la religiones
El planteamiento de Campos era que el Islam «no debe impartirse en las escuelas por ser incompatible con nuestra democracia» y que se arrinconaba a la religión católica. Según el conseller en Balears hay 154 docentes de religión católica y uno (una profesora) de islámica que, con horario partido, da clases en dos centros. Añadió que Balears había sido la última comunidad en sumarse a la normativa estatal e incluir la enseñanza de la islámica. Dio datos de otras comunidades. Vox presentará una moción en próximos plenos.
El conseller –que fuera de pleno dijo que la religión podía ser incluida en una asignatura más amplia de historia de las religiones o similar– afirmó que todos los gobiernos, menos Murcia, tienen convenios firmados con la comunidad islámica.
«En Andalucía, donde Vox da apoyo al gobierno, hay 23 profesores que imparten religión islámica. Espero que esta cuestión la planteen también allí», dijo el conseller March. Y luego precisó que esa propuesta que llevó ayer al pleno debía plantearla a nivel estatal.