Un policía local que regulaba el tráfico frente al estadio de Son Moix, durante el partido del viernes noche del RCD Mallorca contra el Celta de Vigo, fue atropellado por un motorista que después dio positivo en cánnabis. El funcionario permanece ingresado en el hospital de Son Espases y ha tenido que ser operado de un ojo.
De acuerdo con los datos facilitados por fuentes del cuartel de San Fernando, los hechos ocurrieron poco después de las nueve de la noche, cuando un agente del GAP (Grupo de Actuación Preventiva) dirigió la entrada y salida del estadio.
A toda velocidad
El policía se cambió el casco por una gorra y se colocó un chaleco reflectante, para que los vehículos lo vieran a distancia. Sin embargo, en ese momento apareció en la recta un motorista que circulaba a gran velocidad (ahora investigan si el ciclomotor estaba trucado) y se llevó por delante al agente. Los dos cayeron al suelo, pero el que se llevó la peor parte fue el miembro del GAP, que sufrió un traumatismo facial severo y golpes y cortes en distintas partes del cuerpo.
Sus compañeros fueron los primeros en atenderlo y después una ambulancia lo trasladó al hospital, donde quedó ingresado con pronóstico grave. Ha sido operado del ojo derecho y le han suministrado puntos en la cara y en la pierna derecha. Tiene magulladuras en casi todo el cuerpo, aunque por fortuna su evolución es positiva.
El motorista, tras sufrir el accidente, mantuvo una actitud desafiante y se quejó de que el agente «se ha tirado hacia mí». Dio negativo en la prueba de alcohol. Sin embargo, luego dio positivo en el test de drogas, en concreto por consumo de cánnabis. Los investigadores creen que circulaba sin luces y a una velocidad muy superior a la permitida en ese tipo de vía, que es de 50 km/h. Una vez finalizada la investigación, será imputado por un delito contra la seguridad del tráfico y otro de conducción bajo efectos de las drogas.