La Conselleria de Medi Ambient i Territori, con Miquel Mir como máximo responsable, sacará hoy a exposición pública la modificación de la Llei per a la Conservació dels Espais de Rellevància Ambiental, llamada LECO y que data de 2005, para, entre otras cuestiones, prescindir de la autorización de la Demarcación de Costas, un órgano estatal, en la realización de actuaciones de protección de los sistemas dunares de Balears.
Medi Ambient se ampara precisamente en la Ley estatal de Patrimonio Natural y Biodiversidad, en la Directiva Europea de Hábitats de Interés Comunitario y en el propio Estatut d'Autonomia, con las competencias medioambientales transferidas, para destacar su condición de órgano gestor de los sistemas dunares de Balears. En este sentido, la Conselleria, como órgano gestor, considera que es competente para implantar medidas de conservación de las dunas sin verse obligada a consultar con Costas.
Desde el departamento autonómico se apunta que «la Demarcación sigue teniendo sus competencias, establecidas por la Ley estatal de Costas, pero nosotros somos el órgano gestor, con carácter plenipotenciario, para cumplir la normativa estatal y europea en relación a la protección de los sistemas dunares, y podemos hacerlo sin pedir permiso a Costas cada vez que emprendemos una acción. La notificaremos, pero no esperaremos una autorización».
La Conselleria también subraya que «los sistemas dunares costeros, además de sus valores naturales y paisajísticos, están ganando importancia como barrera ante el aumento del nivel del mar como consecuencia del cambio climático». Las principales zonas afectadas por la modificación de la LECO son es Trenc, la zona de playa de s'Albufera, es Grau (Menorca) y ses Salines d'Eivissa i Formentera. Todas ellas son parques naturales.
Medi Ambient indica que «las medidas que podamos aplicar en los sistemas dunares son todas blandas, de mínimo impacto: colocación de carteles, cerramientos con palos y cuerdas, habilitación de caminos, acciones de siembra para la restauración vegetal o creación de barreras para impedir la interferencia del viento, además de trabajos de investigación. Los sistemas dunares son de los ecosistemas más vulnerables, pero también son de los que tienen más capacidad de recuperación si se les deja tranquilos».