Agentes de la Policía Nacional, con ayuda de los Bombers de Palma, encontraron en la mañana de este lunes el cadáver de un hombre de 63 años que llevaba varios días muerto en un piso de la calle Arzobispo Aspargo de la capital balear.
Según fuentes próximas al caso, fueron los vecinos los que dieron la voz de alarma, ya que hacía casi dos semanas que no sabían nada de varón. Al acudir los funcionarios comprobaron que la puerta estaba cerrada con llave y que sonaba una radio desde el interior del inmueble. Por ello decidieron avisar a los bomberos para poder acceder al interior de la vivienda.
Una dotación de estos últimos acudieron y con la ayuda de una autoescalera accedieron al piso y se confirmaron los temores de los residentes del edificio. El hombre, un ex agente de la Policía Local de Palma, se encontraba allí sin vida.