Baleares solo ha planteado hasta ahora una discrepancia con las normas aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez. Pide al Ejecutivo que cambie la nueva ley de tráfico que obliga a que toda la señalética esté en los dos idiomas oficiales de la Comunitat. De hecho, lo que el Govern pide es que no se cambie la ley vigente hasta ahora en la que se establece que, si no caben los dos idiomas en las señales, se mantenga la señalización en catalán.
Es el único conflicto que ha planteado hasta ahora el Govern de Armengol, que no ha pedido modificar otras leyes que algunas comunidades consideran que invade competencias propias. La reciente Ley de Vivienda, avalada ya por el Congreso, es una de ellas. Sin embargo, en este caso no se ha pedido que se reúna la comisión bilateral.
En otras legislaturas donde no había coincidencia de color entre el Govern y el Gobierno central no era inhabitual que el Ejecutivo balear denunciara al central por invadir competencias propias en la aprobación de ciertas leyes.