El Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) ha rebajado la sanción impuesta por el Consell de Mallorca a un cazador por organizar una cacería ilegal de cabras salvajes en la Serra de Tramuntana.
En concreto, en 2016 se inició el expediente por el que se impuso al cazador una multa de 20.000 euros y la retirada de la licencia de caza por plazo de cuatro años. Los magistrados, estimando parcialmente un recurso del afectado, rebajan esta penalización a 14.000 euros y retirada de la licencia por tres años.
El Consell multó al hombre como autor de una infracción muy grave al haber organizado en 2014 una cacería a través de una empresa en la Serra de Tramuntana, sin contar con los permisos correspondientes. El cazador sancionado obtuvo beneficios económicos por esta actividad.
En la cacería se abatió un ejemplar de cabra balear ('boc') de gran valoración y poca comercialización. La sentencia recoge que se hizo publicidad de la batida a nivel internacional, utilizando como reclamo una fotografía del animal abatido, cuya caza está muy restringida.
La Sala rechaza los argumentos del cazador afectado para tratar de evitar la sanción. Sin embargo, sí modera su cuantía. El Consell había aplicado la sanción máxima al considerar que la conducta se agravaba por la publicidad realizada de la cacería, que podía generar «más volumen comercial».
El TSJIB entiende que la administración aplicó este agravamiento sobre «una mera expectativa de lucro económico, pero no de un beneficio real y efectivo». Entre otras consideraciones señala que no se ha probado que el cazador haya organizado otros eventos cinegéticos similares en territorio balear.
El trofeo del 'boc balear', la cabra salvaje autóctona mallorquina, sólo se puede cazar en fincas con un certificado de calidad de caza mayor otorgado por el Consell. Esta especie habita principalmente en la Serra de Tramuntana, en pequeños núcleos y normalmente en zonas abruptas y poco accesibles.