Balears ha dado carpetazo en los últimos ocho años a 79 canteras. Desde que se aprobó en el año 2014 la Ley de Ordenación Minera de Baleares con el objetivo de regular, modernizar, dar seguridad legal y conciliar el desarrollo económico y la generación de empleo de esta actividad con la protección del medio ambiente, el número de canteras activas ha pasado de 143 a 64 en las Islas.
El Govern asegura que solo ha autorizado la apertura de una nueva cantera desde la entrada en vigor de la normativa autonómica. Se han restaurado 22 explotaciones y ha declarado la caducidad de 23. El balance de explotaciones paralizadas pasa de 3 en 2014 a 23 en 2022.
Aumenta notablemente el número de canteras en las que se pueden realizar tareas de restauración, pero no de excavación. Son 47 al cierre del presente ejercicio, frente a las 19 que había en el momento de la aprobación de la ley en 2014.
Hasta la aprobación de la Ley de Ordenación Minera de las Illes Balears en el año 2014 la minería se regía en las Islas por una norma preconstitucional: la Ley 22/1973 de 21 de julio.
La regularización de la actividad en Balears (en aplicación de la nueva normativa autonómica) ha ido acompañada del refuerzo de las inspecciones, especialmente sobre las instalaciones a cielo abierto. La Dirección General de Política Industrial del Govern ha dotado de dos drones que vigilan desde el aire de forma «más rápida, segura y precisa todas las canteras», explica el director general Toni Morro. La adquisición de estos drones ha permitido renderizar las canteras en 3D para controlar el volumen de extracciones y el ritmo de restauración y acceder a zonas de difícil acceso. Todas las canteras se inspeccionan al menos una vez al año para detectar si se producen explotaciones fuera del perímetro autorizado.
España es el segundo país de Europa en la producción de áridos solo por detrás de Alemania. Balears no escapa a esta tendencia. En el año 2011 se constituyó en Palma la Mesa de la Minería de las Illes Balears, integrada por distintos profesionales y empresas relacionados con esta actividad. La nueva federación agrupaba a 140 empresas de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera del total de 2.400 que entonces figuraban repartidas por todo el territorio nacional.
En aquel momento la federación cifraba en 3,6 toneladas al año el consumo per cápita de Balears, de los que la mayoría (1 millón de toneladas al año) corresponden a arcilla y 150.000 toneladas al consumo de rocas ornamentales. Los datos estadísticos del sector hablaban de 170 explotaciones activas en las Islas que daban empleo a 2.850 trabajadores.
El ingeniero de Minas, Jaime Fernández, es el presidente de la Mesa de la Minería. Confirma que desde entonces hasta ahora «han desaparecido unas cuantas explotaciones», pero asegura que en el cómputo global apenas se han perdido empleos. «Calculo que quedan unas 70, que son algunas más de las que dice el Govern, porque hay que tener en cuenta que la solicitud del cese temporal de la actividad es algo frecuente en el sector», afirma Fernández.