El relevo de Jorge Campos como presidente de Vox en Baleares provocará la caída de toda la cúpula que le ha acompañado hasta ahora, incluida la del secretario general y mano derecha de Campos en Vox, Sergio Rodríguez. Ahora será la nueva presidenta, la ibicenca Patricia de las Heras, quien configure su nuevo equipo. De las Heras ha reconocido que el cambio ha sido tan precipitado que aún no ha pensado quién formará parte de la nueva dirección de Vox en Baleares.
Campos y el resto de candidatos, incluido Fulgencio Coll, comparecieron ayer para dar una imagen de unidad a pesar de las diferencias internas que separan a los número uno al Ayuntamiento de Palma y al Parlament. «Somos un partido unido», contestó el expresidente de Vox cuando se le preguntó por estas diferencias.
Campos insistió en que el relevo en la cúpula fue pactado tras su renuncia voluntaria a seguir encabezado el partido y recordó que en Vox no se celebran congresos para elegir a la cúpula del partido, sino que es la dirección nacional quien pone y quita a los presidentes provinciales. «Para nosotros, el partido solo es un instrumento para poder llegar a las instituciones y cambiar las políticas destructivas de la izquierda, señaló.
«Ahora es el momento de hacer cambios porque nos enfrentamos a las elecciones más importantes. Estamos sufriendo las consecuencias del gobierno de la ruina, la traición y la inseguridad y hay que hacer todo para sacar a esta izquierda de él», dijo.
Aseguró que no está preocupado por la querella que se ha presentado en su contra. La Audiencia debe decidir en febrero si acepta un recurso presentado por un militante de Podemos para abrir una investigación por su gestión al frente del partido.
La nueva presidenta del partido, Patricia de las Heras, agradeció el trabajo realizado por Campos durante estos años y se mostró convencida de que Vox tiene posibilidades de gobernar. «Somos el único muro de contención contra la izquierda. No vamos a ceder ni una paso en la batalla cultural contra la izquierda», dijo De las Heras.