El plan de choque sanitario para reducir las listas de espera tiene dos vertientes, por un lado las derivaciones a las clínicas concertadas y privadas y por el otro la actividad extraordinaria en los propios hospitales públicos. IB-Salut hizo ayer un balance de esta segunda medida y asegura que desde abril de 2020 y hasta diciembre se han hecho 140.266 actos médicos.
De éstos, 5.170 han sido intervenciones quirúrgicas lo que ha permitido reducir una semana el tiempo medio de espera para ser intervenido. La cifra ha pasado de 135,3 días en abril del año pasado a 123, aunque pese al descenso el tiempo medio de demora supera los cuatro meses. Por aquel entonces, además, había 15.046 personas esperando una operación, y ahora la lista se ha depurado y reducido a 13.947.
Como curiosidad cabe señalar que el pico en que se ha esperado más tiempo de media para una cirugía se dio en septiembre de 2020 cuando llegaron a alcanzarse los 149,9 días. Si bien hay que contextualizarlo, pues fueron los meses posteriores al confinamiento cuando se paralizó la actividad asistencial no urgente u oncológica.
Por último, es reseñable que el 22,5 % de las personas que esperan para operarse en la sanidad pública lleva más de seis meses haciéndolo. Es decir, la demora es superior a los estipulados por el Consejo Interterritorial.