El conseller d'Educació, Antoni Vera, ha anunciado este jueves que están estudiando la posibilidad de crear un complemento económico que seduzca a los docentes para cubrir plazas difíciles de cubrir, un problema que se agudiza en Ibiza a causa de los altos precios de la vivienda, ha señalado. El curso escolar 2023-2024, que arranca oficialmente el próximo lunes con la vuelta de los alumnos, empieza con 174 vacantes en los centros públicos de Baleares, 72 de las cuales están en Mallorca, 67 en Ibiza, 22 en Menorca y 13 en Formentera. En la práctica, este problema, que no es nuevo, repercute en la enseñanza de los estudiantes.
El conseller se ha limitado a decir que se está estudiando la posibilidad de crear el plus, sin especificar cifras económicas, pero que en todo caso tendrá que estar consensuado con la comunidad educativa. El nuevo curso escolar comienza con una plantilla de 19.018 docentes en las Islas, 14.520 en los centros públicos y 4.498 en los concertados. Tras los procesos de estabilización y las oposiciones que se han hecho este verano, la tasa de temporalidad se sitúa en un 6,3 %, por debajo del 8 % que exige la normativa. Esto permite que no se tenga volver a hacer un nuevo proceso de estabilización y que se recupere el sistema de oposiciones por islas.
Hasta el momento, se han matriculado hasta 159.905 alumnos de Primaria, Secundaria y Bachillerato en los centros públicos y concertados de las Islas, 1.711 estudiantes más que el mismo mes del año pasado. Vera ha recordado que la matriculación es algo que va variando cada día.
Una docena de centros en obras
El conseller ha explicado que diez centros de las Islas empiezan el curso con sus instalaciones en obras que dejó en marcha el anterior equipo de gobierno. La mayoría, salvo dos, terminarán en unas semanas. En el caso del CEIP Aina Moll, Vera ha comentado que el anterior ejecutivo ya adjudicó la intervención en en este colegio sabiendo que durante 15 días de curso.
Asimismo, el curso comenzará con 156 aulas modulares, popularmente conocidas como barracones. «Somos contrarios a estas aulas y las queremos ir quitando progresivamente, pero tenemos que garantizar los servicios mínimos, como el comedor escolar, y habrá que poner algunas más», ha admitido Vera. De hecho, esto no es algo nuevo. Ante el continuo aumento anual de la población escolar en las Islas y la dificultad del Govern para sacar adelante proyectos de ampliación y nueva construcción de centros porque los concursos públicos quedan desiertos, la Conselleria, en los últimos años, ha ido atendiendo a este incremento de alumnos instalando aulas modulares.