Se llama 'Piper', tiene un olfato privilegiado y se ha convertido en todo un azote para los narcos. La Guardia Civil detuvo el pasado miércoles a un español acusado de tratar de introducir droga en la cárcel de Palma.
En uno de los controles habituales que realizan los funcionarios del Centro Penitenciario de Palma a los visitantes de los internos, en los que colaboran agentes del instituto armado acompañados por perros especializados en búsqueda de sustancias estupefacientes y personal de la USECIC, 'Piper', un pastor belga Malinois, no dudó en marcar a uno de los familiares que esperaba para entrar a visitar a los internos.
Una vez apartada del grupo de visitantes, fue registrada por agentes de la USECIC y escondida entre su vestimenta encontraron tres bultos que contenían 140 gramos de hachís. Acto seguido, se procedió a su arresto por un presunto delito contra la salud pública.