En lo que va de curso, Baleares ha registrado 683 protocolos de acoso escolar. Una cifra que se mantiene estable respecto a los dos cursos anteriores, en lo que se abrieron 748 y 760, en 2023-2024 y 2022-2023, respectivamente.
Según señaló ayer la Conselleria balear de Educación, los datos evidencian la consolidación de las actuaciones preventivas y del apoyo a los centros educativos frente a cualquier sospecha de acoso escolar. También recordó que la apertura de un protocolo no supone necesariamente la confirmación de un caso, sino que responde a una posible situación que requiere análisis y seguimiento.
Por Islas, Mallorca concentra el 79 % de los protocolos, seguida de Ibiza con un 13,5 %, Menorca con un 7 % y Formentera, un 0,5%. En cuanto a las etapas educativas, la mayoría de las aperturas se dan en Secundaria (60 %), seguidas de Primaria (33 %) y de otras enseñanzas como ciclos formativos o escuelas de adultos (3,9 %), Bachillerato (2,12 %) y Educación Infantil (1 %). En relación con el sexo de la presunta víctima, el 54,6 % de los protocolos se han abierto en nombre de niñas y el 45,3 % en el de niños.
El servicio Convivèxit desempeña un papel fundamental en la lucha contra el acoso escolar, ofreciendo asesoramiento continuo tanto a los centros como a las familias desde el primer momento en que se detecta una posible situación de conflicto.
Acompaña la gestión de cada caso, realiza el seguimiento e impulsa acciones de sensibilización a toda la comunidad educativa. Además, revisa y actualiza de manera constante el protocolo de actuación para adaptarlo a las nuevas formas de violencia y garantizar que sea una herramienta útil, efectiva y aplicable a la realidad de los centros.
Precisamente, para trabajar en esta línea, el Govern ha implantado de manera pionera este curso la figura de los psicólogos educativos en los centros de enseñanza secundaria.
Gatobardo 1Totalmente. Nosotros también tuvimos que denunciar a educación y la centro ya que se nos aconsejó de cambiar a nuestro hijo de instituto. Increíble. Ganamos los juicios y se traslado al agresor a otro instituto. Y a los padres se les condenó a una multa y indemnización hacia nuestro hijo. Esto si, se declararon insolventes y se libraron de pagar. La justicia falla por todos los lados.