Elvin Jones no defraudó. La actuación del batería norteamericano satisfizo a las cerca de 1.500 personas que llenaban el aforo del parque Reina Sofía la noche del pasado sábado durante la clausura de la que puede ser la última Muestra de Jazz de Eivissa, antes de su reconversión en un festival con más fechas y más actuaciones.
Previamente a la salida de la estrella de la velada, actuaron en el escenario situado al pie de las murallas los vascos Jon Urrutia Trío, integrado por el pianista Jon Urrutia, el batería Víctor Celada y el contrabajista David Mengual, y el cuarteto barcelonés Alguímia, formado por Guim García Balasch (saxo alto), Alexis Cuadrado Castro (contrabajo), Joan Monné Bonillo (piano) y David Gómez Mohedano (batería).
Una vez finalizadas estas dos actuaciones, el público asistente se preparó para escuchar a Jones, quien se presentó en Eivissa al frente de su Jazz Machine. Vestido de blanco, y tras saludar con un correcto «buenas tardes», el batería nacido hace 72 años en Pontiac (Michigan) empleó los primeros minutos sobre el escenario para terminar de ajustar los platos y tambores de su instrumento. Una vez estuvo todo correcto, Jones y el cuarteto que le acompañaba dieron una lección de ritmo y de intensidad, una imagen jazzística perfecta que fue largamente aplaudida por el respetable al finalizar cada tema.