Los museos protagonizaron una vez más la vida cultural nacional con la puesta en marcha de las ampliaciones del Prado, el Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza, mientras el Guggenheim de Bilbao superaba todas las expectativas en el número de visitantes, en un año dedicado al centenario de Velázquez.
En marzo, el Patronato del Prado dio el visto bueno al anteproyecto del arquitecto Rafael Moneo, que engloba el claustro de los Jerónimos en un edificio con forma de cubo. Esta propuesta provocó una cierta polémica, por lo que algunos de sus aspectos fueron modificados posteriormente por su autor.
La ampliación del Thyssen-Bornemisza, que culminará en octubre del año 2000, se inició en junio con la adquisición de dos edificios colindantes al museo, que duplicarán los actuales espacios expositivos para permitir la exhibición de los 700 cuadros de la colección particular que cede Carmen Cervera.
A su vez, el Patronato del Reina Sofía seleccionó en noviembre el proyecto del arquitecto francés Jean Nouvel, que ampliará las actuales instalaciones con un conjunto de edificios en el que priman el vidrio y el metal y que añadirá más de 16.000 metros cuadrados al museo.