Un total de veinte cuadros, la mitad de ellos realizados especialmente para la ocasión, conforman la primera exposición individual como pintor de Sergio López, inaugurada ayer en la sala de Argentaria. La muestra, de vivo colorido y a caballo entre el diseño gráfico y la pintura, permanecerá abierta al público hasta el día 15. Más conocido por su profesión de diseñador gráfico, actividad que desarrolló durante ocho años en medios de comunicación de Eivissa, López explicó a este periódico que está «intentando dedicar el mismo tiempo a la pintura que al diseño».
La mitad de la muestra la conforman diez obras en las que se combinan el diseño gráfico con la pintura. «He puesto el detalle floral en un rincón, cada uno con una flor distinta y un fondo muy gráfico diferente; todo con mucho color. La otra mitad la componen otros diez cuadros del estilo que hacía antes, figurativo, de situaciones y paisajes urbanos también coloristas», señaló Sergio López, reconociendo en esas obras el parecido con la pintura de Edward Hopper. «Ya me lo comentaron desde los primeros cuadros que hice. El parecido es que también en mis cuadros suele haber un sólo personaje y son un poco melancólicos. En cambio, él pinta los ambientes neoyorkinos, grises, incluso en sus paisajes y marinas, y los míos tienen la alegría clara que le da el color del Mediterráneo».
Una característica formal de la pintura de Sergio López es que a pesar de su referente al diseño gráfico, con lo que éste tiene de técnicas sofisticadas, está realizada íntegramente al óleo. «Sí, algunos pintores de Palma han destacado este hecho como uno de sus principales méritos. Son fondos planos y el óleo tiene un trabajo muy especializado. Se podrían hacer con otras técnicas más sencillas y rápidas, la verdad, pero prefiero de esta manera».