La Comisión Europea anunció ayer que no se sumará al compromiso presentado por la Presidencia portuguesa de la UE para armonizar el llamado derecho de reventa en las obras de arte. Al desmarcarse, la Comisión manifiesta su rechazo por el peligroso «precedente» que, a su juicio, puede sentarse en el mercado interior.
El compromiso de la presidencia incluye un periodo transitorio de 15 años para que algunos estados miembros adopten la nueva normativa que reconoce a los artistas el derecho a percibir un porcentaje del precio de la reventa de su trabajo en subastas y otras ventas públicas.
El Comité de Representantes Permanentes (COREPER) de la UE, integrado por los representantes diplomáticos de los Quince, intentará esta tarde cerrar el acuerdo sobre la futura directiva que armonizará este derecho y que lleva meses bloqueada.
Hoy, serán los ministros de Mercado Interior los que deberán dar su visto bueno a un texto que sólo necesitaba la mayoría cualificada, pero que, tras el rechazo de la Comisión, requerirá la unanimidad. Los juristas consideran que para superar la negativa de la Comisión deberán votar todos los estados miembros a favor del compromiso, aunque no están de acuerdo sobre cómo influirían las abstenciones. Austria, por ejemplo, podría impedir el acuerdo, ya que ha mostrado su oposición a la directiva.