«Creo que María Catalán ha aprovechado como nadie un espacio tan especial como este para hacer una instalación que considero magnífica». Con estas palabras resumió Elena Ruiz Sastre, directora del Museu d'Art Contemporani (MAC) la impresión que le ha producido la instalación que la artista inauguró ayer en el centro de l'Hospitalet, que permanecerá abierta al público hasta el 15 de junio, con un horario de 10 a 13'30 horas de martes a sábado. Esta es la segunda instalación, tras la que presentó el pasado verano Isabel Echarri, que se realiza en la antigua iglesia, anexo del MAC en estos momentos, gracias al convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Eivissa y la Fundación Isidor Macabich y el Obispado, propietario del local.
Desde que recibió el encargo María Catalán estuvo dándole vueltas a la idea de cómo intervenir en un espacio en el que la presencia de lo religioso es tan patente, a pesar de ser ya un centro desacralizado. «El espacio me impresionó bastante y me planteé hacer algo que rompiera con esta belleza e integrarla al mismo tiempo en mi obra; algo que tuviera que ver con la divinidad, buscando a mi manera estética la esencia del ser en relación con el más allá», explicó. Poco a poco el proyecto se fue perfilando hasta llegar al resultado final: seis esculturas realizadas con tubo de cobre, que ocupan la nave central, y tres cuadros matéricos y abiertos suspendidos en las capillas laterales del templo. El conjunto se completa con un poema de la propia artista escrito en un cartel blanco, algunos de cuyos versos rezan así: «Fibra natural/ fibra óptica/ memoria encendida/ huyendo de su cárcel/ prisión de finos cables/ anclados en la tierra».
Por su parte, Elena Ruiz afirmó que «el logro del museo está en que ha acertado una vez más en la selección del artista; y eso que Isabel Echarri dejó el listón bien alto con su hermosa instalación». «Seguimos así con el compromiso que buscamos con este centro, integrar en él el arte joven, no importa cuál sea la edad biológica», añadió.