Sandra Galiano ha sido la única voz española del I Festival d'Òpera d'Eivissa, que concluye mañana en el Claustro del Ayuntamiento. Con sólo 25 años, el martes pasado convenció al auditorio y a la crítica en su tercera actuación en la isla, a donde siempre le es grato volver, «porque me encanta Eivissa y estoy al lado de mi tierra. El Claustro es precioso, la acústica buenísima, el público supereducado y respetuoso, mucha gente joven, algo que se agradece, como mucho español también; así que encantada; espero volver al año que viene», explicó con vehemencia a Ultima Hora Ibiza y Formentera .
"¿Se necesita tiempo para hacerse una voz?
"Sí, porque la voz necesita de la formación física y ésta te la da
la edad. Para mí es fundamental el paso del tiempo, siempre que lo
uses bien, porque si a los 30 años no has adquirido una buena
técnica se complica todo después. Así que disciplina a tope; lo
ideal sería cantar todos los días dos horas, pero al menos una no
me la quita nadie.
"¿En qué coloratura se encuentra más cómoda?
"Soy una soprano lírica, aunque hay gente que piensa que soy
lírico-spinto o que llegaré a ser dramática; pero para nada, porque
aunque la voz tenga más cuerpo, en el repertorio que me encuentro
bien es en el de soprano lírica pura. Incluso me veo cantando las
grandes heroínas de Donizetti antes que Puccini.
"¿Quién sería su modelo de referencia entre las grandes
sopranos?
"Me veo muy identificada con Mirella Freni; aunque yo haría más
bien una mezcla: la Freni en la cabeza y la Callas en el sentido
musical, de expresión; ese dejarse el alma al cantar.
"¿Ayuda a la ópera el mito de los divos?
"Creo que es un poco absurdo. Para mí un divo de verdad es aquel
que se sube al escenario y demuestra que es el mejor; pero la
persona que al bajar es altivo, maniático o caprichoso no me gusta
nada. Un ejemplo de lo que digo es Montserrat Caballé, con quien he
dado unas clases hace poco y me ha dicho cosas muy hermosas sobre
mi técnica y mi voz. Pues ella, con lo grandísima que es, como
pocas, es una persona supernormal, superaccesible, que te da
confianza. Eso es una diva para mí.
"¿Cómo se imagina a los 40 años?
"No aspiro a conseguir grandes metas, llegar a ser una diva
reconocida y tal. Simplemente, me gustaría poder llegar a vivir de
mi trabajo, de mi voz; sin demasiados lujos, sólo con lo justo.
Creo que es una gran suerte hacer lo que te gusta, lo que te
emociona, y que te paguen por ello. Hombre, si viene la fama y el
reconocimiento internacional, pues genial, claro; pero no quisiera
hipotecar toda mi vida por mi trabajo. El éxito, si llega, que sea
por añadidura.