El violinista Ohanes Emirkanian, uruguayo de nacimiento y residente en Eivissa, organiza desde hace veinte años conciertos en la isla, actividad que ha cristalizado en los recitales por la paz que el pasado sábado alcanzaron su segunda edición.
Este músico es un defensor del lenguaje musical como una buena oportunidad «para lograr el entendimiento entre los pueblos» y, por este motivo, la cita musical del pasado fin de semana contó con músicos de diferentes procedencias. Países como Bélgica, Alemania, España, Uruguay, EE UU, Argentina, Armenia y Chile estuvieron representados en esta cita.
Emirkaninan explica su convencimiento acerca del poder de la música a través de una anécdota contada por un amigo años atrás, y en la que le explicó cómo en plena Segunda Guerra Mundial el sonido de un violín tocando una pieza de Bach desde una trinchera rusa pudo parar un tiroteo entre los bandos enemigos. «Un soldado alemán le pidió que siguiera tocando a Bach, que mientras sonara la música no habría más tiros», explica emocionado Emirkanian quien asegura rotundamente: «Es la demostración de que la música puede con todo».
El violinista se muestra muy satisfecho del resultado obtenido con el concierto del pasado sábado. «La sala se llenó y pudo respirarse un ambiente de paz. Hubo una especie de salud espiritual entre los músicos y el público», recuerda Emirkanian, quien desea que el mundo pueda existir sin conflictos.