Diversos estudios arqueológicos en el subsuelo de las dependencias adyacentes a la Catedral de Eivissa que alojarán el Museo Diocesano han provocado la paralización de las obras de reforma, cuyo inició se remonta a marzo de 1999. El arquitecto Xavier Pallejà, uno de los responsables del proyecto de rehabilitación, se reunió ayer con el obispo de Eivissa, Agustín Cortés, y el vicario general, Joan Riera, «para hablar de los reajustes del proyecto inicial y redefinirlo». Aunque no se sabe con seguridad cuándo se reanudarán las obras, Pallejà se mostró optimista. «En unas dos semanas sabremos algo, pero será en breve», precisó.
En cualquier caso, el arquitecto negó que el parón de las obras hubiera sido por razones de financiación. «Nunca ha faltado dinero para seguir con las reformas por parte de los responsables políticos comprometidos en la rehabilitación del edificio», precisó. Opinión que difiere de la expresada ayer a Ultima Hora Ibiza y Formentera por Francesc Torres Peters, encargado del patrimonio eclesiástico de Eivissa y Formentera. «Ha sido un cúmulo de fatalidades; problemas de diversa índole, pero el mayor es el de la financiación. El anterior equipo del Govern balear se comprometió de palabra en aportar una cantidad importante; pero cuando tras el cambio el obispo fue a Palma para recordarle al presidente la promesa hecha, como no había nada escrito, no quisieron saber nada», explicó.
Aparte de los reajustes que haya sufrido por las razones aludidas, el proyecto inicial de reformas en el Museo Diocesano incluía tres fases. La primera tenía como objetivo la capella fonda, con un presupuesto de 39.966.271 pesetas. La sala central, la antigua vivienda parroquial, la sala capitular y el actual museo componen la segunda fase, presupuesta en 44.377.937 pesetas. El coste de la última fase, que implica la sacristía, ascendía a 13.807.453 pesetas. La suma total del proyecto redactado por Xavier Pallejà y Salvador Roig era exactamente de 109.088.561 pesetas.