La presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, hizo entrega ayer al director del Museu Arqueològic, Jordi Fernández, de los «restos muebles» encontrados en las últimas catas arqueológicas realizadas en el Castillo el pasado otoño. El responsable de las excavaciones, Enrique Dies Cusí, explicó que en el lote «hay cerámicas, fauna, restos de carbones y semillas que en estos momentos están en estudio en la Universidad de Valencia; son restos que tienen interés por la datación». «Además, hay piezas de interés intrínseco en sí mismas, por lo que merecerán un trato especial; el resto se almacenará para su clasificación y estudio».
Entre las piezas descubiertas, destaca «una jarrita árabe que ha salido entera, sólo se le partido el cuello. Apareció debajo de un derrumbe muy grande de lo que fue la antigua muralla; milagrosamente, se quedó entre dos piedras y se salvó», señaló Dies Cusí. «También hay algunas piezas de los siglos X al XIII que no están completas, pero tienen decoraciones muy bonitas, como una tinaja bastante grande con letras árabes, que habrá que leer a ver que pone allí».
La campaña arqueológica del Castillo, que se completará el próximo mes de mayo, ha revelado también «muros hechos con sillares de areniscas, que posiblemente sean de época romana, y algunos de la púnica, como una cisterna que ha estado funcionando prácticamente hasta que se abandonó el castillo; es decir, 25 siglos, algo espectacular», comentó el arqueólogo. Estos restos serán tapados provisionalmente, «pues al estar al descubierto sufrirían una degradación rapídisima, sobre todo si el castillo va a entrar en obras».
Según apuntó Pilar Costa, estos trabajos arqueólogico no afectarán al proyecto sobre los usos del Castillo. «Es una labor paralela que no se interfieren entre ellas. De todas formas no podíamos empezar a rehabilitar el Castillo sin hacer antes estas excavaciones; y en vista de los buenos resultados obtenidos hasta ahora, se confirma la importancia que tenía hacer estas catas arqueólogicas».