Quim Corominas se considera un entusiasta de los Pop-Up, aquellos libros repletos de sorpresas que han hecho las delicias de muchos niños, y no tan niños, a lo largo del pasado siglo. Defensor de las innovaciones en este género, sobre todo las que «respetan el espíritu original» de los mismos, Corominas continúa completando su colección. Hasta el próximo día 21, la Sala de Cultura de «Sa Nostra» presenta una selección de las piezas que ha atesorado a lo largo de los últimos años.
"¿Cómo nació su afición por los Pop-Up?
"Soy pintor y vivía en Londres entre 1975 y 1978. Allí compré una
réplica de un autor alemán, concretamente «El circo». Entonces se
habían hecho réplicas de los pioneros de finales del XIX y me
gustaron. Entrados los años ochenta comencé a encontrar más libros
de este tipo. Coincidió con la segunda época dorada de los Pop-Up.
Encontraba libros muy curiosos y me aficioné. Primero los compraba
como souvenir, para regalar a amigos, pero luego se fue
convirtiendo en una colección. Al final he formado una historia de
este tipo de libros. He buscado información, para saber como han
evolucionado y a interesarme cada vez más por los tesoros antiguos.
Valoro el diseño, lo innovador de su papirotecnia, la sorpresa de
su funcionamiento... Si lo reune todo es una pequeña obra de arte.
Estos libros se han diversificado de tal modo que he encontrado
ejemplares muy curiosos.
"¿Con cuantas piezas cuenta su colección?
"Tengo muchos. En la exposición hay muy pocos, una fragmentación
sintetizada de la colección. No los he contado, pero los tengo
todos en la cabeza. Debe haber unos 1.700.
"¿Cuál es la pieza que más trabajo le ha costado
encontrar?
"Los que estoy comprando ahora. Hay libros que actualmente están
muy buscados, sobre todo los antiguos. Cuando éstos salen son
carísimos, o tienes que renunciar o buscarlos por otro lado
buscando un mejor precio. Algunos he estado años para conseguirlos.
Por ejemplo, el libro «Mickey en las carreras», cuyo original
tengo, es una de las piezas más buscadas del catálogo de Disney.
Por otra parte, sigo intentando encontrar el original de «El
circo». Lo he visto en dos exposiciones, pero nunca a la venta.
Pero en el caso de que lo estuvieran el precio seguramente sería
prohibivo.