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L'Hospitalet se abre al arte «cálido, emotivo y verdaderamente socializado»

Vicente Ganesha presenta hoy en la antigua iglesia de Dalt Vila una atípica exposición con referentes orientales y occidentales

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El espacio expositivo de la antigua iglesia de l'Hospitalet se está conviertiendo, con el paso del tiempo, en un perfecto apéndice del Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE), en el que se están dando cita las propuestas más innovadoras programadas por la institución museística. Esta tarde a las 20'00 horas, este camino andado por l'Hospitalet dará un paso adelante más con la muestra de Vicente Ganesha, una atípica colección de objetos e iconografía que ha transformado por completo el aspecto habitual de l'Hospitalet.

La instalación de Vicente Ganesha «no es un capricho», según señala la directora del MACE, Elena Ruiz. «Ganesha es un coleccionista, un inspirador, un apropiador de objetos e imágenes con las cuales crea una iconografía propia, un lenguaje universal y popular que sintetiza ideas, conceptos y emociones tanto de occidente como de oriente», dijo ayer Ruiz del artista durante la presentación de la exposición.

«El encuentro es parte del trabajo del creador», resumió Ganesha al referirse a su tarea en la instalación que se inaugura hoy. Los laterales de l'Hospitalet han quedado cubiertos con inmensos telares de vivos colores diseñados por Grillo Demo y elaborados por artesanos indios en los que se representan, «con un cierto toque de ironía», a diversas divinidades orientales. En el centro de la sala, diversos ensamblajes de objetos recogidos y coleccionados por Ganesha completarán una instalación que pretende «transmitir lo encontrado recreando ese mismo objeto», en palabras del autor.

Ganesha ha empleado tres meses en el proceso de elaboración de la exposición, el cual ha incluido la elaboración de las telas, su transporte y la creación de los ensamblajes. Ruiz se refirió a Ganesha como «un artista multimedia desconocido para los círculos locales, cuyo espacio creativo es su tienda de la Marina, donde se apropia de objetos e imágenes, ensamblando su propia obra y él mismo». «Este artista -continuó Ruiz- toma los objetos creando un lenguaje abierto al espectador, erigiendo una pieza popular, cálida, emotiva y ejemplo de la socialización del arte».

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