El número 6 del Carrer Major de Dalt Vila cuenta desde ayer con una placa conmemorativa en recuerdo de la figura de Josep Costa Ferrer Picarol, un ibicenco con un «espíritu polifacético y que logró una unión perfecta entre la creación y la vida», en palabras de su única nieta, Margarita Serra Costa, quien asistió al acto en el que se descubrió la placa.
El inmueble frente al cual se desarrolló el «sencillo» homenaje se conoce como Can Picarol y en él Josep Costa Ferrer pasó sus primeros doce años y regresó al mismo durante muchos veranos a lo largo de su vida. Serra Costa quiso recordar «el espíritu afable, humano y modesto» de un hombre que sentía «un gran amor y fidelidad hacia Eivissa».
Previamente, Toni Riera Buforn glosó brevemente la trayectoria artística y vital de Picarol, señalando su personalidad «singular» que le llevó a relacionarse en Barcelona con algunos de los principales artistas del primer tercio del siglo pasado, entre los que se encontraba Pablo Picasso, quien llegó a dibujar a Costa Ferrer en uno de sus cuadernos. «Desde el Consell queremos rendir homenaje a este ibicenco ilustre -continuó Riera Buforn- cuyas dos grandes pasiones fueron sus amigos y el arte».
Finalmente, la presidenta del Consell Insular, Pilar Costa dijo que «más que un homenaje lo que se pretende es reconocer la trayectoria de un personaje que es parte de la historia de Eivissa». «Deseamos que todos los ibicencos -añadió- no pierdan la memoria histórica y sabemos que muchas veces el reconocimiento hacia alguien resulta más difícil en su propia tierra».