La tercera jornada del XXVII Curs Eivissenc de Cultura, que durante esta semana se viene celebrando en la Sala de Cultura de «Sa Nostra», estuvo dedicada a «L'Eivissa que va conèixer Mn. Alcover». El arquitecto Joan Prats Bonet fue el encargado de situar en su contexto las cinco visitas que durante las dos primeras décadas del siglo realizó a la isla el ilustre filólogo para solicitar la colaboración de distintos sectores de la sociedad en la redacción de su famoso diccionario.
Prats resumió la situación social, cultural y económica de la isla en los albores del siglo XX afirmando que «era una sociedad muy pujante en muchos aspectos. En aquellos años cambiaron muchas cosas en Eivissa; fue una época bastante provechosa, la verdad».
Como exponente de tal pujanza, el conferenciante destacó «la veintena de diarios y semanarios que había, algo realmente curiosos para la época». También fue entonces «cuando llegaron a Eivissa los primeros coches, tuvimos electricidad por primera vez, y hasta el cine, en el Pereyra. En 1904 no funcionó muy bien, pero sí en 1906», apuntó.
Prats recordó asimismo la evolución de la ciudad de Eivissa, que entonces terminaba precisamente en la calle del Pereyra, Conde Rosselló; del Puerto, cuyas obras se terminaron en 1912; de las carreteras que se hicieron, y de tres instituciones que surgieron en 1903: la Cámara de Comercio, la Sociedad Arqueológica Ebusitana y la Cruz Roja Española.