A pesar del frío, un buen número de aficionados, coleccionistas y amigos de Toni Cardona se dieron cita anoche en la galería Van der Voort para asistir a la inauguración de una exposición del malogrado pintor ibicenco, de quien el próximo año se cumplirán diez de su muerte, ocurrida por un accidente fatal en Francia.
Para la ocasión, la directora de la galería, Cati Verdera, recupera parte de una de las series más apreciadas por la crítica de la producción irregular de Toni Cardona, «Deserts humits», presentada precisamente en la Van der Voort en el otoño de 1989.
Como afirma Verdera, Toni Cardona utilizó en «Deserts humits» «la integración de elementos ajenos al ámbito propiamente pictórico, como puede ser la utilización de papeles a modo de collage y de arcillas o carbón». Un trabajo, el de esta serie, muy solicitado por los muchos seguidores de la obra de uno de los creadores más personales y rigurosos que ha dado esta isla, a quien el MACE le dedicó una antológica en 1996.