El paisaje cultural de Aranjuez (en Madrid) y la arquitectura mudéjar de Aragón fueron declaradas ayer Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en la reunión anual celebrada este año en Helsinki. Estas candidaturas eran las dos únicas que este año había presentado España por lo que, dijo el secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, la designación de ambas constituye «un pleno de dos», tras el «pleno de cinco» logrado el pasado año. De Cuenca destacó asimismo que España es el país con mayor número de bienes declarados patrimonio de la Humanidad, 37 en total.
Para la ministra de Cultura, Pilar del Castillo, estas declaraciones tienen una especial significación, en un momento en que se tiende a moderar el número de candidaturas a presentar, evaluar y declarar, porque la Unesco busca equilibrar la llamada Lista de Patrimonio Mundial entre países ricos y pobres. En este sentido, señaló el secretario de Estado, España se ha comprometido a presentar una sola candidatura por año -y ninguna el próximo-, a no ser que el organismo internacional imponga soluciones más restrictivas al respecto.
De Cuenca calificó de «absoluto éxito» del Gobierno español el resultado de la reunión de Helsinki, y recordó que el ejecutivo está impulsando el año 2002 como Año del Turismo Cultural; un hecho que está muy relacionado con las últimas nominaciones y con las visitas de turistas que las mismas pueden reportar a España. «El Plan de Turismo es uno de nuestros principales objetivos en esta legislatura», derivado además del hecho, explicó, «de que en Francia, Grecia o Italia el 50 por ciento de los visitantes lo hacen por motivaciones culturales, mientras que en nuestro país ese índice baja al 15 pro ciento».
En Aranjuez, los elementos distinguidos son el Palacio y el Jardín de la Isla, las Huertas Históricas, el Àrea Urbana y el Jardín del Príncipe, representantes de influencias culturales diversas. Todos ellos se combinan para crear, señala el Ministerio en una nota, el paisaje del agua, con ríos, canales, presas y fuentes; el paisaje agrícola, con huertas y frutales; el paisaje del disfrute de los jardines de influencia de varios estilos; la geometrías del diseño de los jardines, y el paisaje construido de la ciudad del siglo XVIII.