La Comisión de Patrimonio decidió, en noviembre del año 2000, informar favorablemente acerca de la catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC) de las siete viviendas que el arquitecto catalán Josep Lluís Sert edificó en la llamada urbanización de Can Pep Simó entre los años 1966 y 1970. Tras estudiar detenidamente la situación actual de dicho enclave, Patrimonio optó ayer por ampliar la zona protegida a otras siete casas, obra de otros arquitectos, por su valor arquitectónico.
Así a las casas Jutta, Valls, Gomis, Sert, Francisco Sert, Zao-Wo-Ki y a los apartamentos es Fumerals, proyectos todos ellos por Sert, se sumarán ahora los siguientes inmuebles: Casa Blanca (Germán Rodríguez Arias, 1968), Casa Illescas (Albert Illescas, 1969), Casa Zalewski (Joseph Zalewski, 1970), Casa Marca-Relli (Jean Jacques Copetta, 1970), Casa Gutiérrez (Jean Jacques Copetta, 1972), apartamentos ses Veles (Ferrán de los Santos/Juan M. Pascual, 1976-78), la Casa Gili (José Antonio Martínez Lapeña/Elías Torres, 1985-87) y una casa payesa del conjunto.
Tal y como señaló ayer a este periódico la consellera de Cultura, Fanny Tur, algunas instituciones, como la demarcación pitiusa del Col·legi d'Arquitectes de Balears, solicitaron en su día la ampliación de la protección para Can Pep Simó, una urbanización que figura en los más pretigiosos catálogos, como es el registro del Docomomo, uno de los principales archivos referentes a la arquitectura de la época moderna. Las nuevas viviendas integradas en la zona protegida figurarán igualmente en la categoría de conjunto histórico. El área de influencia sobre la protección de cada vivienda queda circunscrito a la parcela de cada una de las casas, modificando la directriz existente hasta el momento de 100 metros a partir del límite del conjunto.
En el expediente acerca de la declaración como BIC de las casas de Sert, los técnicos señalaron que tanto éste como otros arquitectos que dieron forma a Can Pep Simó, como Germán Rodríguez Arias o Albert Illescas, «fueron un ejemplo para las nuevas generaciones de arquitectos, que pusieron sus ojos en esta isla del Mediterráneo por todo lo que hay detrás de estas obras de reconocimiento a la arquitectura popular, que tanto ayudaron a difundir».
La Comisión de Patrimonio, por otra parte, también decidió informar favorablemente acerca de la declaración como Bien Catalogado de la casa payesa conocida como sa Senieta, en Sant Francesc Xavier, Formentera. Los técnicos encargados de evaluar el expediente para esta edificación tradicional han decidido finalmente incluir en el mismo un tramo de muro de piedra seca que circunscribe la vivienda.