«Cuál no sería nuestra sorpresa, cuando al limpiar la derrama de la muralla, encontramos unas líneas de piedras, que, siguiéndolas, hemos descubierto unas antiguas troneras de cuya existencia no teníamos ninguna noticia». Con estas palabras manifestó ayer Lurdes Costa, concejala de Cultura, su alegría por un descubrimiento que puede aportar una valiosa información para conocer las reformas que ha sufrido este Monumento Nacional, reconocido por la Unesco como Patrimonio Mundial.
Lo que en principio más llama la atención de las viejas troneras descubiertas es su orientación, distinta a las que tienen las conocidas hasta ahora. «No se sabrá hacia dónde estaban orientadas hasta que no marquemos las líneas de tiro, que son las que dirán qué zona protegían mejor unas y cuáles otras». «Hasta entonces todo serán cábalas, aunque a simple vista parece que están orientadas de forma diferente», explicó Rosa Gurrea, arqueóloga del Ayuntamiento de Eivissa.
Una posible explicación sería que la entrada de barcos al puerto, antes de que s'Illa Plana estuviera unida a Botafoc, fuera entre aquélla y la costa. «El próximo día 15 vendrá Fernando Cobos, el director del equipo del plan redactor de las murallas, porque es probable que con este hallazgo haya que modificar el proyecto inicial en lo referente a la parte superior del parapeto del baluarte», explicó la concejala de Cultura.
La ubicación de las troneras antiguas es contigua a las conocidas, con la particularidad de que hay una más en cada tramo de la muralla del baluarte de Santa Llúcia. «Ni siquiera sospechábamos que pudieran existir, porque la derrama de este baluarte estaba bastante bien, como si fuera el original, y ahora resulta que es era una derrama posterior», precisó Gorrea. En cuanto al futuro de las troneras descubiertas, Costa afirmó que «habrá que ver primero la opinión de los técnicos y de la Comisión de Patrimonio; si conviene más dejarlos vistos o cubrirlos de nuevo una vez documentados».