La 74 edición de los Oscar se presenta como una de las más apretadas que se recuerdan, ante la posibilidad de que los premios estén muy repartidos entre los grandes presupuestos y proyectos más modestos. A pocas horas de la entrega de los galardones, ninguno de los filmes con mayor número de candidaturas tiene claro que vaya a arrasar, pues la cierta ventaja con que llegaba «Una mente maravillosa», puede quedar frenada por los efectos de la fuerte campaña desatada en su contra. Además, los números pueden ser engañosos ya que, aunque varias películas han conseguido muchas candidaturas, algunas son técnicas, como es el caso de «El señor de los anillos», y, al final, lo que cuenta son los premios.
Y, sin duda, el más importante, el que atraerá a varios millones más de espectadores a unas películas que llevan meses en la cartelera estadounidense, es el de mejor película. En esta categoría, parte con una cierta ventaja «Una mente maravillosa», de Ron Howard, un drama muy del gusto estadounidense y triunfadora de los Globos de Oro. El filme relata la lucha contra la esquizofrenia del matemático y Premio Nobel John Nash, papel interpretado por el actor australiano Russell Crowe, aunque, según sus detractores, lo hace de una forma edulcorada, al omitir detalles importantes en la vida del protagonista, como su posible antisemitismo.
A la película de Howard le sigue de cerca «El Señor de los Anillos», de Peter Jackson, uno de los éxitos comerciales del año, que aspira al mayor número de estatuillas, trece, sólo superado en la historia por «Eva al desnudo» y «Titanic», con 14. Frente a esos filmes de gran presupuesto, otros dos más modestos optan a dar la 'campanada'. Se trata de «En la habitación», ópera prima del actor Todd Field, y «Gosford Park», una comedia de costumbres del director estadounidense Robert Altman, interpretada por actores británicos. Y, en medio, la película quizá más extraña y arriesgada de todas, el musical «Moulin Rouge», de Baz Luhrmann.