Una antigua capilla anterior al siglo XVIII instalada en lo que luego fue un molino de pólvora, es el principal hallazgo, hasta el momento, de la tercera campaña arqueológica del Castillo de Eivissa. Marco Aurelio Esquembre Bebia (de la empresa Arqueogestión), director de la misma, dio a conocer ayer la cata de tal hallazgo, incluidas algunas balas de artillería y la gran rueda de molino para triturar la pólvora. Asimismo, presentó una selección de cerámicas de distintas épocas. «Tenemos material islámico, de la Península, del renacimiento italiano, del comercio con Mallorca o pipas de los Países Bajos», explicó.
Enrique Dies Cusí, responsable de la primera campaña arqueológica y en la actualidad coordinador por encargo de la Conselleria de Cultura de la excavación y los estudios documentales complementarios, informó de la fase en la que se encuentra la campaña. «Estamos excavando la zona sur, ya que por razones históricas queremos saber exactamente el perímetro del recinto musulmán y del castillo, así como las reformas que se hicieron hasta transformarlo en un cuartel y residencia del gobernador».
Aparte de las dos catas realizadas, se está trabajando en otras tres, a las que seguirán dos más. «Con ellas dejaremos resuelta toda la zona sur y se podrá decir que el Castillo se puede dar por terminado en lo referente a la investigación», precisó. En cuanto a la documentación necesaria para fijar el contexto de los descubrimientos hallados, los responsables de su estudio son los historiadores Antoni Ferrer Abárzuza (Arxiu de Eivissa) y Carolina Tur (en el de Mallorca).
La fecha de conclusión de la campaña no parece clara. «Como dijo Miquel Àngel, 'cuando se termine'», ironizó Dies Cusí. «En principio, cuando lleguemos a la roca o cuando se haga imposible excavar más por cuestiones de seguridad. Queremos datar toda la secuencia constructiva e indicar cada una de las fases del Castillo, porque sólo cuando sepamos cómo ha evolucionado y el verdadero valor del edificio, se podrá restaurar correctamente», concluyó.