La Asociación Empresarial de Ocio Nocturno - Noches de Ibiza, que impulsa Pepe Roselló, celebró el pasado miércoles su asamblea general en Sant Antoni. No hubo quórum para celebrarla en primera convocatoria, ya que sólo asistieron José Marí, Francisca Cardona, Jose Colomar, Juan Pantaleoni, Pablo Martínez y el propio Pepe Roselló. Hubo que esperar media hora para celebrar el acto en segunda convocatoria, por más que severamente mermada la representatividad de la entidad.
AEON reclama que las discotecas operen de 22:00 a 06:00 horas y que las actividades de ocio diurno concluyan a las 20:00 horas, estableciendo una pausa de dos horas para evitar una oferta de ocio ininterrumpida.
Para determinar si procede tomar en serio una petición de esta naturaleza, a priori tan estrambótica y delirante, es fundamental analizar la representatividad de la entidad proponente. La asociación cuenta con 16 socios, aunque sólo seis participaron en la asamblea general. Seis de 16. Tan reducido número de participantes, priva a AEON de legitimidad para hablar en nombre de todo el sector del ocio nocturno en Ibiza.
No entremos a valorar la propuesta, porque la propia asamblea general de AEON, tras debatirla, optó por no votarla. Imagínense el entusiasmo. Y como no era plan irse como habían venido, se limitaron a redactar un comunicado de prensa exponiendo las ocurrencias de Pepe Roselló. Lo apoyaron cuatro asistentes y dos se abstuvieron, seguramente por vergüenza ajena. De este modo, tenemos que lo que opinan cuatro, repito, cuatro empresarios de Ibiza, se difunde como toda una exigencia del sector del ocio nocturno de toda la isla. ¿No es brillante? Es insuperable, pero es una mentira como la Catedral de Ibiza. Se trata de lo que opina Pepe y tres amigos más. Y ya le estamos dedicando demasiado tiempo y demasiado papel a este fraude.
Sería mucho mejor para todos que se prohíba la competencia. De esta forma todo sería más sencillo para todos y no habría «discordancias sociales y un alejamiento extremo con las costumbres y usos ibicencos». Lo mejor es que se haga una norma y que se obligue a los visitantes a trasladarse como Pepe mande, a hospedarse donde diga Pepe, ir a los restaurantes que Pepe diga y cuando él ordene. Los horarios que determine Pepe, que para eso es experto en los horarios de los demás, no en los suyos.
Por supuesto, debe prohibirse la Asociación Ocio de Ibiza y ABONE, de forma que la única permitida sea AEON, con Pepe y sus tres amigos. Y, por descontado, a partir de ahora, las licencias de apertura las concederá Pepe. Él y los afiliados a AEON decidirán lo que debe poder abrir y lo que no, dónde, con qué horarios y bajo qué condiciones y circunstancias. Y por encima de todo, el presidente del Consell Insular de Ibiza deberá hacer siempre todo lo que diga Pepe. Sólo así se librará de las acusaciones de rigor, repetidas incansablemente por la cacatúa.
«Desde AEON – Noches de Ibiza solicitamos que el horario actual sea abolido y cancelado», reza el comunicado. Dada la mengua de los asistentes a sus aquelarres asamblearios, mejor sería que sean ellos mismos lo que se abolan y cancelen, cuanto antes mejor. Hay que evitar que respetables ibicencos caigan más veces en el ridículo. Pero sólo es una idea. Que se haga lo que diga Pepe. A fin de cuentas, él sí sabe lo que debe hacerse para detener la «disgregación y descomposición del tejido turístico» y la «dislocación medioambiental». ¿No es para dislocarse?