El PSOE canario cree que la familia de Eduardo Chillida tiene razones más que sobradas para sentirse dolida respecto a la polémica de Tindaya y opina que para dignificar la memoria del escultor hay que exigir responsabilidades a quienes manipularon su proyecto artístico para obtener beneficios. El portavoz del grupo socialista en el Parlamento de Canarias, José Alcaraz, dijo ayer que hay «una gravísima responsabilidad» por parte del Ejecutivo de las islas.
Alcaraz indicó que aunque es cierto que en Canarias no se ha producido un rechazo general a la idea de Chillida de crear un espacio vacío en la montaña de Tindaya excepto en sectores minoritarios, el Gobierno regional es responsable de que algunos «antepusieran el negocio al proyecto artístico». En su opinión, lo que ha propiciado que el proyecto de Chillida no se ejecute es que a la construcción de la obra se han antepuesto las posibilidades «de obtener beneficios a la idea» del creador.
A juicio del portavoz socialista, la tarea que queda pendiente en este asunto es «la asunción de responsabilidad por parte de los que gestionaron el proyecto en nombre del Gobierno, porque esto es lo que ha retrasado, enmarañado y plagado de dificultades» su construcción. Respecto al futuro del complejo proyecto artístico ideado por el escultor vasco, Alcaraz insistió en que «evidentemente, sin la intervención directa del artista todo se complica» por lo que consideró que el Gobierno autonómico «ha dejado escapar una oportunidad importante».