«En 1963, Aligi Sassu llegó a Mallorca. Arribó en un día caluroso, una gran jornada de verano, con viento del norte, saturada de fuego y de luces, un mundo diáfano y apasionado». Así empieza la breve reseña del escritor Baltasar Porcel que acompaña al calendario de la Fundación Aligi Sassu y Helenita Olivares que, este año, está dedicado a «Mallorca: L'isola ritrovata».
El calendario para 2003 recrea algunas de las pinturas que el artista creó en la Isla. De esta manera, se muestran olivos retorcidos, acantilados pronunciados y casas con el humo de una chimenea recortando una montaña. Una explosión de verdes, azules, rojos y amarillos. Una Mallorca vista desde la óptica de Sassu, la Mallorca que él interpretó.
El Morro, la carretera de Formentor, el Caló des Moros o el Rafal son algunos de los paisajes escogidos hasta completar la docena, uno por cada mes del año. A través de sus pinceladas pueden verse sus elementos creativos esenciales, su trazo narrativo y figurativo característico. Es la primera vez que la fundación centra su calendario en Mallorca. Las anteriores veces se ha basado en «La figura Femminile», «Il Paesaggio Valtellinese» o «Cavalli», entre otros.