El actor italiano Massimo Girotti falleció a consecuencia de una crisis cardiaca el domingo a los 84 años, tras una carrera en la que trabajó regularmente con algunos de los principales realizadores italianos, como Bernardo Bertolucci, Luchino Visconti y Pier Paolo Pasolini.
Nacido en 1918 en Mogliano (centro), Girotti llegó al cine gracias a su físico, favorecido por su rostro agraciado y la práctica de la natación a nivel competitivo. Empezó a trabajar en el cine con papeles de galán a principios de la década de los años 40 y fue en 1942 cuando Roberto Rosellini le dio un papel en «Un pilota ritorna», antes de que al año siguiente Visconti le otorgara el de protagonista en «Ossesione».
Girotti volvió a trabajar con Visconti en su película «Senso» (1954) y tras un leve bache en su carrera en la década de los años sesenta en el que sin embargo hizo películas con directores como Lattuada o Lizzani, en 1968 regresó al primer plano gracias a «Teorema», de Pasolini. El burgués que abandona todo para vagar por el mundo ligero de equipaje fue un personaje emblemático para Girotti, que repitió con Pasolini en 1970 en «Medea».
Dos años más tarde Girotti fue el amante en el triángulo de el «Ultimo tango en París», de Bernardo Bertolucci, interpretada junto a Marlon Brando y María Schneider. Desde entonces trabajó en mayor medida en el teatro y la televisión, con algún papel relevante en el cine, como en «Passione d amore» (1981), de Ettore Scola. El próximo febrero está previsto el estreno de «La finestra di fronte», que hace unas semanas terminó de rodar a las órdenes del realizador turco Ferzan Ozpetek, en la que da vida a un anciano con problemas de memoria que es acogido por una joven pareja.