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Una propuesta que no pudo ser

El arquitecto Tono Vila Ramis, Premi Ciutat de Palma 2003, ideó en 1988 la construcción de un hotel en el Castillo de Eivissa

Imagen del anteproyecto para el Castillo de Eivissa del arquitecto Tono Vila Ramis.

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«Fue un proyecto que estuvimos negociando con el Consistorio bastante tiempo, en 1988; con muchos meses de viajes a Eivissa, entrevistas y dolores de cabeza; pero al final no pudo realizarse». Con estas palabras, Tono Vila Ramis resumió ayer a Ultima Hora Ibiza y Formentera la propuesta que su estudio realizó para aprovechar el Castillo de Eivissa. «Trabajamos bastante; estuvimos incluso en el Archivo de Simancas buscando información sobre el Castillo para ver su evolución histórica. Sacamos planos, empezamos una maqueta y para nada», añadió el flamante Premi Ciutat de Palma de Arquitectura.

Se trataba de hacer un gran hotel, tipo parador de turismo, «que tuviera asimismo grandes prestaciones culturales; con facilidades para congresos, convenciones y todo tipo de facilidades para grandes ejecutivos. Proponíamos una utilización de todo el subsuelo como salas de exposiciones, conferencias y demás». En la propuesta del arquitecto mallorquín se pretendía hacer «un acceso por la parte posterior de Dalt Vila, pues era muy difícil realizarlo por el interior de la ciudadela. Sería a través del antiguo hospital».

El planteamiento jurídico para justificar la construcción del hotel y las infraestructuras anexas, parecía, en principio, razonable. «Todo se basaba en que el Ayuntamiento hacía una concesión a una empresa privada en régimen de leasing (alquiler comercial con derecho a compra), por el que aquél se quedaba con el derecho de utilizar todas las instalaciones culturales gratuitamente y al cabo de cien años o algo así revertía para la ciudad». «El proyecto no lo terminamos; lo que se presentó fue el anteproyecto, que tenía que ser votado en pleno, pero el alcalde lo retiró antes y no se llegó a votar nunca», explicó Tono Vila. El alcalde de Eivissa en 1988 era Enrique Fajarnés.

¿Quién estaba detrás del ambicioso proyecto, que no fue ni el primero ni el último que se ha pensado para el emblemático edificio de Dalt Vila en los últimos 30 años? El arquitecto mallorquín nunca llegó a saberlo. «El encargo era del cliente, que yo no conocí. Como intermediario actuaba Dragados. Se especuló con varios nombres; se decía que podría ser un millonario americano, algún italiano... hasta se llegó a mencionar el nombre del cantante Julio Iglesias. Se dijo de todo entonces, y el tema fue debatido ampliamente en los medios, la verdad, y con opiniones de todos los colores, pero yo nunca llegué a saberlo», concluyó Tono Vila Ramis.

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